En la primavera del año 2013 dimos de alta Nauclero Ediciones en el Registro de la Propiedad Mercantil, así que en este 2023 se cumple una década de trabajo y resultados, un punto de inflexión para echar la vista atrás y sobre todo plantearse el presente y el futuro. El balance se hace con rapidez: hemos sumado, no tanto ni a la velocidad que nos hubiera gustado, pero hemos sumado. Han sido una treintena de publicaciones, siendo fieles a nosotros mismos, con una concepción que siempre ha preferido calidad a cantidad y que ha querido mantenerse dentro de unos perfiles muy concretos. Y sobre todo hemos aprendido mucho, no solo más música de todas las épocas y más musicología, sino técnicas editoriales tanto musicales como literarias.
En estos diez años hemos seguido editando en las dos colecciones de Nauclero Ediciones, la de ensayo musical y la de narrativa. En la de ensayo musical quisimos iniciar algo que nos gustaría continuar, la edición de tratados, y lo hicimos con la Instrucción Metódica de Mateo Albéniz. La edición de tratados no es una línea comercial porque, en principio, solo los músicos profesionales pueden sacarle partido a la lectura de este tipo de libros. Lleva mucho tiempo, no tiene ninguna rentabilidad económica pero nosotros creemos al 100% en su utilidad. Es cierto que en la actualidad se pueden leer las fuentes originales de estos tratados gracias al esfuerzo de digitalización de tantas bibliotecas... pero la edición facilita la tarea.
También dentro de esta línea musical hemos querido sumar al conocimiento de los grandes maestros y, en concreto, a Isaac Albéniz. Valoramos las investigaciones y publicaciones sobre temas y autores secundarios y desconocidos pero en Nauclero Ediciones pensamos que pasarse la vida evitando la investigación de las grandes obras y los grandes compositores demuestra, en el fondo, una falta de madurez técnica y musical.
En 2015 sentimos la necesidad de cumplir un sueño, la creación de una colección de partituras donde pudiéramos editar tanto obra de compositores actuales, como patrimonio musical y este último en todos los formatos, desde ediciones críticas hasta ediciones de interpretación que fomenten la divulgación musical sin plantearse una investigación musical exhaustiva de una obra.
Titania es una colección que nos ha dado muchísimas alegrías y a la que tenemos un amor especial.
Es cierto que nos ha obligado a estudiar muchísimo las técnicas editoriales musicales, los programas de edición musical y a pensar qué busca el compositor con cada signo.
Aunque la línea principal de Nauclero Ediciones es la música, siempre hemos contado con una colección de narrativa inédita en castellano. Como no buscamos enriquecernos económicamente no nos ha interesado publicar por millonésima vez obras que todo el mundo lee ni tampoco descubrir un manuscrito que se convertirá en un éxito de ventas, se llevara a la pantalla y nos hará millonarios.
Nos hemos centrado en traducciones al castellano de obras que jamás habían sido traducidas y obras narrativas inéditas. Así que cada libro publicado en nuestra colección de narrativa es único, no puede encontrarse en otra editorial.
La traducción nace de una gran pasión por las lenguas. Si no te gusta muchísimo el inglés, el francés, el catalán, el castellano... no traduces. Y por mucho que estudies siempre hay palabras y frases que, al pasar de una lengua a otra, tienen algo de aproximación, incluso de pequeña o gran traición...
Vivimos en un mundo donde la imagen prima y donde casi ninguna empresa se plantea caminar sin redes sociales. Nosotros hemos observado qué hacen los demás en esas redes y hemos considerado qué podía aportar ese universo a Nauclero Ediciones. Las redes nos han parecido muy útiles pero también narcisistas y repetitivas.
Para lo que hemos querido hacer y lo que queremos seguir haciendo no percibimos el apoyo de las redes sociales como algo esencial. Con algo de presencia, lo justo para informar un poco, nos basta.
Como conclusión, solo queda añadir que nos sentimos orgullosos de cada producto que se ha editado en estos diez años. Pudimos editar obras que rechazamos porque no terminaron de convencernos y esa es, sin duda, una de nuestras señas de identidad:
no buscamos hacer dinero, no buscamos ser los más conocidos, solo queremos hacer música y algo de narrativa, con independencia de las modas y los circuitos, en libertad y creyendo al 100% en lo que elegimos hacer.
Gracias a todas las personas que han confiado y confían en nosotros. Gracias a todas las personas que leen.